Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Renunciar
a todo por seguir a Cristo
Tiempo
Ordinario
Lucas
14, 25-33. Tiempo Ordinario.
Para seguir a Cristo, sólo hay que dar el sí
generoso
y Dios hará el resto en nuestra vida.
Por:
P. Clemente González | Fuente: Catholic.net
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Del
santo Evangelio según san Lucas 14, 25-33
En
aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús; Él se volvió y les dijo: Si
alguno viene donde mí y no pospone a su padre, a su madre, a su mujer, a sus
hijos, a sus hermanos, a sus hermanas e incluso a sí mismo, no puede ser
discípulo mío. El que no lleve su cruz y venga en pos de mí, no puede ser discípulo
mío. Porque ¿quién de vosotros, que quiere edificar una torre, no se sienta
primero a calcular los gastos, y ver si tiene para acabarla? No sea que,
habiendo puesto los cimientos y no pudiendo terminar, todos los que lo vean se
pongan a burlarse de él, diciendo: "Este comenzó a edificar y no pudo
terminar." O ¿qué rey, que sale a enfrentarse contra otro rey, no se
sienta antes y delibera si con 10 mil puede salir al paso del que viene contra
él con 20 mil? Y si no, cuando está todavía lejos, envía una embajada para
pedir condiciones de paz. Pes, de igual manera, cualquiera de vosotros que no
renuncie a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.
Oración
introductoria
Ven,
Espíritu Santo, dame tu gracia para saber renunciar a todo lo que pueda distraer
mi oración, porque quiero seguirte y vivir centrado en Ti, trabajar por Ti,
sufrir por Ti, gozar por Ti, amar por Ti y buscarte en todo y siempre.
Petición
Jesús,
dame un amor ardiente y personal a tu Divino Corazón para que nada, ni nadie,
sea más importante en mi vida.
Meditación
del Papa Francisco
Jesús
dice a sus discípulos: "El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo,
cargue con su cruz cada día y venga conmigo". Este es el estilo cristiano
porque Jesús ha recorrido antes este camino. Nosotros no podemos pensar la vida
cristiana fuera de este camino. Siempre está este camino que Él ha hecho antes:
el camino de la humildad, el camino también de la humillación, de negarse a uno
mismo y después resurgir de nuevo. Este es el camino. El estilo cristiano, sin
cruz no es cristiano, y si la cruz es una cruz sin Jesús, no es cristiana. El
estilo cristiano toma la cruz con Jesús y va adelante. No sin cruz, no sin
Jesús.
Jesús
ha dado el ejemplo y aún siendo igual a Dios, se humilló a sí mismo, y se ha
hecho siervo por nosotros. Este estilo nos salvará, nos dará alegría y nos hará
fecundos, porque este camino de renegarse a sí mismo es para dar vida, es
contra el camino del egoísmo, de estar apegado a todos los bienes solo para
mí... Este camino está abierto a los otros, porque ese camino que ha hecho
Jesús, de anulamiento, ese camino ha sido para dar vida. (Cf. S.S. Francisco, 6
de marzo de 2014, homilía en Santa Marta).
Reflexión
¿Puede
decirse que hay verdadero amor cuando no hay entrega de uno mismo, cuando no se
olvida uno a sí mismo para darse por completo a la persona amada? Si esto lo
exigen dos personas que dicen amarse cuánto más lo exigirá Cristo de nosotros.
Cristo pone el listón del amor muy alto, hasta el punto de tener que odiar a
nuestros seres queridos para seguirle plenamente. Algunos hombres y mujeres
dejan todas sus posesiones precisamente para seguirle más de cerca, pero seguir
a Cristo no es sólo tarea de esos cuántos hombres y mujeres, sino tarea de todo
bautizado. Todos los bautizados por el hecho de ser hijos de Dios están
llamados a seguir las huellas de su maestro. Pero para esto necesitamos dejar
todo lo que nos impida amar a Cristo. De aquí la importancia de la entrega en
el amor hasta el punto de olvidarnos a nosotros mismos para seguir a Dios en
nuestros compromisos de cristianos.
Alguien
dijo que evangelio que no duele no es evangelio. Y a quien no le cuesta tener
que renunciar a sus gustos para seguir a Jesús como lo hicieron sus discípulos.
Dios elige para su servicio a los que Él quiere, pero también espera una
respuesta generosa, decida y valiente. Y no hay duda de que aquellos a los que
Dios ha elegido para su servicio más les ama y más espera de ellos una
respuesta incondicional. Si se experimenta que no se tienen las fuerzas para
dejar todos los atractivos del mundo para seguir a Cristo no hay de que
preocuparse porque sólo hay que dar el sí generoso y Dios hará el resto en
nuestra vida.
Propósito
Dejar
«eso» que me está apartando de ser un auténtico discípulo y misionero de
Cristo.
Diálogo
con Cristo
Jesús,
gracias por este momento de oración. Aumenta mi fe para poder seguir el camino
que me propones. Quiero ser tu discípulo, abrazar, por amor a Ti, los problemas
y el sufrimiento que pueda encontrar el día de hoy, sabiendo que Tú estás
conmigo y que todo tiene valor y recompensa, si es hecho por amor a Dios y a
los demás.
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