sábado, 19 de septiembre de 2015

SANTOS DEL 21 DE AL 27 DE SEPTIEMBRE 2015

Blog Católico de Javier Olivares-Baiona

SANTOS DEL 21 DE AL 27 DE SEPTIEMBRE  2015
 XXV Semana del Tiempo  Ordinario 

LUNES, 21


San Mateo
 Apóstol y Evangelista 
Nacido en Cafarnaún, era de profesión publicano o recaudador de impuestos cuando Jesús lo llamó. Escribió en arameo el primero de los evangelios, que relata así su vocación. Vio Jesús a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y le siguió. Y estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?». Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores». Y a partir de entonces el nombre de Mateo figura entre los Doce elegidos por el Señor. En su evangelio proclama principalmente que Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán, llevó a plenitud el Antiguo Testamento. Por lo demás, poco sabemos de su actividad apostólica y de las circunstancias de su martirio. Se dice que predicó en el Oriente.
ORACIÓN
Oh Dios, que en tu infinita misericordia te dignaste elegir a san Mateo para convertirlo de publicano en apóstol, concédenos que, fortalecidos con su ejemplo y su intercesión, podamos seguirte siempre y permanecer unidos a ti con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.


MARTES, 22


San Mauricio, Mártir.
Nació muy probablemente en la región de Tebas, en Egipto, cuando ese territorio formaba parte del Imperio Romano.
De acuerdo con la tradición, San Mauricio era un oficial romano, comandante de la Legión 22, llamada también “Legión Tebana”.
Este grupo militar se llamaba así porque todos sus integrantes habían sido reclutados en la egipcia Tebas, y tenía la característica de que todos ellos eran cristianos. Las maniobras castrenses del Imperio habían acantonado a la Legión Tebana en Agaunum, la actual St-Maurice, en Valais, Suiza.
San Mauricio recibió eventualmente la orden que provenía directamente de Maximiano, el emperador corregente, de perseguir y matar cristianos.
Hablando a nombre de todos sus soldados, San Mauricio se negó terminantemente a asesinar a sus hermanos en la fe; de igual modo, ninguno de los integrantes de la Legión Tebana aceptó venerar a los dioses de los romanos.
El desacato provocó la ira de Maximiano, quien ordenó, como escarmiento y para atemorizar a los soldados, que la legión fuera diezmada, lo que significaba que a uno de cada diez lo pasaban por las armas.
La táctica no tuvo éxito, pues ningún tebano obedeció. Los romanos repitieron la operación tantas veces, que al final no les quedó ningún cristiano para seguir martirizando.
San Mauricio, junto con los otros jefes de la Legión Tebana, San Cándido, San Inocencio, San Exuperio, San Vital, San Urso y San Víctor fueron sacrificados asimismo, sin importar su elevado rango militar romano.
El culto de San Mauricio proliferó en toda la Europa de la Edad Media, y por largos siglos St-Maurice atrajo peregrinos de muchos países. San Mauricio fue canonizado en 962 por el papa Juan XII.
SAN MAURICIO nos enseña la importancia de tener claridad en la preferencia de nuestros valores.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que diste a san Mauricio la gracia de luchar hasta la muerte por practicar la justicia; concédenos, en virtud de sus ruegos, soportar por tu amor todas las adversidades y caminar con valentía hacia ti, que eres la vida verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.

MIÉRCOLES, 23


San Pío de Pietrelcina
Nació en Pietrelcina (Benevento, Italia) el año 1887, y en 1903 entró en la Orden Capuchina. Ordenado de sacerdote en 1910, fue destinado en 1916 al convento de San Giovanni Rotondo, donde permaneció hasta su muerte, desarrollando una extraordinaria aventura de taumaturgo y de apóstol del confesonario. Desde 1918 llevó en su cuerpo las llagas del Señor y fue objeto de otros dones divinos extraordinarios. Se santificó viviendo a fondo en carne propia el misterio de la cruz de Cristo y cumpliendo en plenitud su vocación de colaborador en la Redención. Centró su vida pastoral en la dirección espiritual de los fieles, la reconciliación sacramental de los penitentes y la celebración de la Eucaristía. Su preocupación por los pobres y los enfermos se materializó en la «Casa Alivio del Sufrimiento». Otra iniciativa suya fueron los grupos de oración, que rápidamente se extendieron por todo el mundo. Murió el 23 de septiembre de 1968 en San Giovanni Rotondo (Apulia). Juan Pablo II lo beatificó en 1999 y lo canonizó en 2002.
ORACIÓN
Dios omnipotente y eterno que, con gracia singular concediste al sacerdote san Pío participar en la cruz de tu Hijo y, por medio de su ministerio, has renovado las maravillas de tu misericordia, concédenos, por su intercesión, que unidos constantemente a la pasión de Cristo podamos llegar felizmente a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

JUEVES, 24


La Virgen de la Merced o Nuestra Señora de las Mercedes
Es una de las advocaciones marianas de la Bienaventurada Virgen María. Es equivalente también el nombre de Virgen de la Misericordia.
Se dice que el 1 de agosto de 1218, fiesta del santo fundador Pedro Nolasco tuvo una visita de la Santísima Virgen, dándose a conocer como La Merced, que lo exhortaba a fundar una Orden religiosa con el fin principal de redimir a aquellos cristianos cautivos. En ese momento, la península Ibérica estaba dominada por los musulmanes, y los piratas sarracenos asolaban las costas del Mediterráneo, haciendo miles de cautivos a quienes llevaban al norte de África.
Pedro Nolasco impulsó la creación de la Real y Militar Orden de la Merced, que fue fundada en la Catedral de Barcelona, con el apoyo del rey Jaime I el conquistador, en 1218.
En las primeras Constituciones de la Orden, en 1272, la Orden recibe ya el título de "Orden de la Virgen de la Merced de la Redención de los cristianos cautivos de Santa Eulalia de Barcelona".


En el año 1265 aparecieron las primeras monjas (comendadoras) de la Merced.
Se calcula que fueron alrededor de trescientos mil los redimidos por los frailes mercedarios del cautiverio de los musulmanes.
Los seguidores de la Orden de la Merced estuvieron entre los primeros misioneros de América, en la isla de La Española o República Dominicana
ORACIÓN
Padre Misericordioso, que enviaste al mundo a tu Hijo Jesucristo, Redentor nuestro, con la maternal cooperación de la Virgen María; concede a cuantos la invocamos con el Título de La Merced, gozar la libertad de hijos, que Cristo nuestro Señor nos mereció con su sacrificio y ofrecerla incansablemente a todos los hombres. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén

VIERNES, 25


San Sergio de Radonez
Es considerado gran maestro de la vida monástica rusa y protector de Rusia. Nació de familia noble en Rostov en torno al año 1314. A los veinte años, siguiendo el ejemplo de los Padres del desierto, inició la vida eremítica en un bosque cerca de Radonez, no lejos de Moscú. Pronto se le unieron muchos seguidores, y en 1354 empezó con ellos la vida monástica en comunidad. Así nació el monasterio de la Santísima Trinidad, punto de referencia para el monacato de la Rusia septentrional. «Como san Francisco de Asís, santo al que muchos hagiógrafos lo han comparado, san Sergio trabajaba con empeño no sólo al servicio de la Iglesia, sino también al de la sociedad, oponiéndose al egoísmo y a los intereses privados y difundiendo la paz y el amor de Cristo» (Juan Pablo II, Angelus del 4-X-92). Se le atribuyeron experiencias místicas, como las visiones. Murió en su monasterio el 25 de septiembre de 1392, y sus restos mortales se veneran en la iglesia de la Santísima Trinidad, lugar que a lo largo de los siglos ha sido y sigue siendo un importante centro de la espiritualidad rusa.
ORACION
Dios nuestro, que llamaste a tu servidor san Sergio Radonez para vivir en el seguimiento de Cristo, concédenos, por su intercesión, que apartándonos de todo egoísmo podamos unirnos a ti de todo corazón.

SÁBADO, 26


San Cosme y San Damián
Son dos de los mártires más famosos y venerados de la antigüedad cristiana, lo que hizo que, a falta de datos históricos, fueran objeto de muchas leyendas. Eran médicos anargiri, o sea, que ejercían su profesión gratuitamente, y fueron martirizados a finales del siglo III en la ciudad de Cirro, junto a Alepo, en la Siria septentrional. En Cirro se levantó la primera basílica en su honor, y su culto se extendió por Oriente, pasando luego a Roma y a toda la Iglesia; fueron numerosos los templos y monasterios que se les dedicaron. Son célebres los mosaicos de Ravena que los celebran. Los médicos, los farmacéuticos y muchas organizaciones de profesionales de la sanidad los tienen por patronos, y su patrocinio es invocado contra las enfermedades. 
ORACIÓN
Proclamamos, Señor, tu grandeza al celebrar la memoria de tus mártires Cosme y Damián, porque a ellos les diste el premio de la gloria y a nosotros nos proteges con tu maravillosa providencia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

DOMINGO, 27
XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO


San Vicente de Paúl
Nació en Pouy, distrito de Tarbes (Mediodía-Pirineos, Francia) el año 1581, en el seno de una familia de humildes labriegos. Después de estudiar en Dax, Zaragoza y Toulouse, fue ordenado de sacerdote a los 19 años de edad. Lleno de espíritu sacerdotal, en cualquier persona que sufriera veía el rostro de su Señor. Capturado por los piratas turcos cuando navegaba de Marsella a Narbona, fue vendido como esclavo en Túnez. Liberado y vuelto a su patria, ejerció de párroco en París, entregándose al servicio de los pobres, y, luego, de capellán en las galeras, atendiendo con solicitud a los remeros galeotes. A raíz de sus experiencias como párroco en zonas rurales, fundó la Congregación de la Misión (Padres Paúles), destinada sobre todo al servicio de los campesinos pobres y a la formación del clero. Fundó también, con la colaboración de santa Luisa de Marillac, la Compañía de las Hijas de la Caridad. Murió en París el 27 de septiembre de 1660. León XIII lo proclamó patrono de las obras de caridad.
ORACIÓN

Señor, Dios nuestro, que dotaste de virtudes apostólicas a tu presbítero san Vicente de Paúl para que entregara su vida al servicio de los pobres y a la formación del clero, concédenos, te rogamos, que, impulsados por su mismo espíritu, amemos cuanto él amó y practiquemos sus enseñanzas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

Confeccionado por Franja y Állen-Perkins


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