Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTOS DEL 18 AL 24 DE JULIO 2016
XVI
Semana del Tiempo Ordinario
SANTOS DE LA SEMANA
San Simón de
Lipnica
Nació en Lipnica Murowana (Polonia) entre 1435 y 1440. Desde
niño destacó por su devoción a la Virgen y su afición al estudio. En 1454 fue a
estudiar a Cracovia. Atraído por el ejemplo y la predicación de san Juan de
Capistrano, que acababa de fundar en la ciudad el convento de San Bernardino,
ingresó en la Orden franciscana el año 1457, y, terminados los estudios,
recibió la ordenación sacerdotal hacia 1460. Se dedicó a la predicación, con
palabra llena de fe, de sabiduría y de ponderación, reflejo de su vida de
oración y del estudio de la Escritura. Como sus maestros Bernardino y Juan, fue
un propagador de la devoción al Nombre de Jesús. Peregrinó a Tierra Santa, con
la ilusión de dar la vida por la fe. En 1482 la peste asoló Cracovia. Simón se
entregó al cuidado de los apestados; él mismo resultó contagiado y murió el 18
de julio de 1482. Lo canonizó Benedicto XVI el año 2007.
ORACIÓN
Dios nuestro, que has puesto a los
santos como ejemplo y ayuda para facilitar a los débiles el camino de la
salvación, al celebrar la fiesta de san Simón Lipnica concédenos bondadosamente
que, siguiendo sus pasos, caminemos hacia ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Santa Aurea
De padre moro nobilísimo y de madre cristiana; al morir su padre
entró, juntamente con su madre Artemia en el monasterio de Cuteclara. Los
gobernantes árabes no podían soportar que Aurea Adolfo y Juan, de raza árabe no
fueran musulmanes. Pronto Adolfo y Juan padecerían el martirio.
En su retiro Aurea podía vivir su ideal de una vida consagrada a
Cristo. Pero aquel ocultamiento se vio interrumpido por la llegada de unos
familiares musulmanes de Sevilla. El juez queriendo salvarla le presenta la
conveniencia de prometer compaginar su religión con su raza árabe. Ante aquella
buena intención Aurea queda sorprendida y responde con buenas palabras. Pero ya
libre cae en la cuenta de su apostasía: y para reparar el escándalo profesa a
gritos su fe cristiana.
El juez comunica el caso al califa mismo Mohamed: y éste manda
se ejecute la sentencia capital el l9 de julio del año 856.
ORACION
Dios nuestro, que llamaste a tu servidora santa Aurea para que te buscara
sólo a ti, por su ejemplo e intercesión, concédenos que, sirviéndote con un
corazón puro y humilde, lleguemos a tu eterna gloria. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
San Apolinar de Rávena
Nació probablemente en Antioquía, en
la actual Turquía, en la época de mayor auge del Imperio Romano, apenas después
de la muerte de Jesús. Según la tradición, San Apolinar fue uno de los
principales discípulos del Apóstol San Pedro. Cuando San Pedro se trasladó a
Roma para fundar ahí la Iglesia, San Apolinar lo habría acompañado hasta la
capital del Imperio. Durante el reinado del emperador Claudio, San Apolinar
recibió la comisión de viajar al norte de Italia como embajador de la fe para
empezar a evangelizar y a ganar adeptos para el cristianismo. San Apolinar se
convirtió así en el primer obispo de Rávena, cargo que ejerció durante veinte
años. Se le ha atribuido el poder de curar a los enfermos en el nombre de
Cristo, y de haber realizado otros milagros. La relativa tranquilidad de su
labor apostólica cambió con el ascenso al trono imperial de Vespasiano, en 69,
quien cuenta con el dudoso honor de haber organizado las primeras persecuciones
con lujo de crueldad contra los cristianos. Por su cargo y sus actividades en
Rávena, San Apolinar fue perseguido inmediatamente. Algunas fuentes cuentan que
fue capaz de escapar hacia Dalmacia, donde habría predicado el Evangelio y
habría puesto fin milagrosamente a una hambruna. Sin embargo, al final San
Apolinar fue apresado, torturado y martirizado.
Sobre su tumba, en Rávena, se
edificó siglos más tarde la célebre Basílica de San Apollinare in Classe, de
tres naves, consagrada en 549. Más tarde, en el siglo nueve, fue construida
también ahí la iglesia de San Apollinare Nuovo.
San Apolinar de Rávena nos ofrece un
ejemplo de la cruenta vida que tuvieron que padecer los santos fundadores del
cristianismo.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que
elegiste al obispo san Apolinar como pastor de tu Iglesia, concédenos que
arraigue en nuestros corazones lo que él nos enseñó inspirado por ti, y que
interceda ante tu misericordia aquel que
nos diste como protector en la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San Lorenzo de Brindis
Nació en Brindis (Italia) el año 1559.
Ingresó en la Orden de los Capuchinos y estudió en Padua. Fue una persona
superdotada a quien Dios concedió cualidades intelectuales extraordinarias.
Infatigable y elocuente predicador por varias naciones de Europa, docto
profesor de sus hermanos, escritor erudito, ocupó, además, todos los cargos en
su Orden, incluso el de Ministro general, y desempeñó graves y delicadas
misiones diplomáticas por Europa. De carácter sencillo y humilde, cumplió
fielmente todas las misiones que se le encomendaron, como la defensa de la
Iglesia ante los turcos que intentaban dominar Europa y la reconciliación de
príncipes enfrentados. En su vida de piedad se distinguió por la fervorosa
celebración de la misa y por su filial devoción a la Virgen. Murió el 22 de
julio de 1619 en Lisboa, adonde fue a tratar con Felipe III de la paz en
Nápoles. Por su conocimiento profundo de la Palabra de Dios, del que dejó
testimonio en sus escritos y en los púlpitos, Juan XXIII le dio en 1959 el
título de «Doctor Apostólico».
ORACIÓN
Oh Dios, que
para gloria de tu nombre y salvación de las almas otorgaste a san Lorenzo de
Brindis espíritu de consejo y fortaleza, concédenos llegar a conocer, con ese
mismo espíritu, las cosas que debemos realizar y la gracia de llevarlas a la práctica
después de conocerlas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Santa María Magdalena
Fiesta
Fiesta
Es una de las santas mujeres que
seguían y atendían a Jesús y al grupo de los Doce, y a las que no siempre es
fácil distinguir e identificar. Según la tradición, había nacido en Magdala,
junto al lago de Tiberíades, y, abandonada su vida de pecado, había seguido a
Cristo. El Evangelio de san Juan nos dice que en el calvario, junto a la cruz
de Jesús estaba, con su Madre y otras mujeres, María Magdalena. También nos
dicen los evangelios que la mañana del domingo de Resurrección fue María al
sepulcro y, cuando lloraba al verlo vacío, se le apareció Jesús, quien le
encargó que fuera a anunciar a sus discípulos lo que había visto.
ORACIÓN
Señor, Dios nuestro, Cristo, tu
Unigénito, confió, antes que a nadie, a María Magdalena la misión de anunciar a
los suyos la alegría pascual; concédenos a nosotros, por la intercesión y el
ejemplo de aquella cuya fiesta celebramos, anunciar siempre a Cristo resucitado
y verle un día glorioso en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
Santa Brígida
- Patrona de Europa
Nació
en Suecia el año 1303. Desde la infancia el Señor le concedió gracias
especiales, con conocimiento extraordinario de las realidades divinas y
visiones. Siendo aún muy joven, contrajo matrimonio y tuvo ocho hijos, entre
ellos Santa Catalina de Suecia. Ingresó en la Tercera Orden de San Francisco,
y, aun viviendo en el mundo, a la muerte de su marido abrazó una vida más
religiosa y austera. Fundó después la Orden de San Salvador. Trabajó
incansablemente para que el Papa regresara de Aviñón a Roma, donde ella pasó la
última parte de su vida. Peregrinó por penitencia y escribió numerosas obras,
en las que expuso sus experiencias místicas, las visiones y revelaciones que
había recibido. Murió en Roma el 23 de julio de 1373. Juan Pablo II la nombró
en 1999 copatrona de Europa.
ORACIÓN
Oh Dios, que guiaste a Santa Brígida por los diversos senderos de la vida
y, mediante la contemplación de la Pasión de tu Hijo, le enseñaste de un modo
admirable la sabiduría de la Cruz, concédenos que, siguiendo fielmente tu
llamada, sepamos buscarte de todo corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DOMINGO 24
Santa Cunegunda
Nació
en Hungría el año 1224, hija del rey Bela IV, que entre sus parientes contaba
con numerosos santos: San Esteban, Santa Ladislaa, Santa Isabel de Turingia,
Santa Eduvigis de Silesia, Santa Inés de Praga y las hermanas de Cunegunda,
Margarita y Yolanda. En 1239 contrajo matrimonio con Boleslao, príncipe de
Cracovia, y, a la muerte de éste, se retiró al monasterio de clarisas que había
fundado en Sacz (Polonia), en el que más tarde profesó la Regla de Santa Clara
y en el que murió el 24 de julio de 1292. Desde su adolescencia se había
sentido especialmente atraída por los ideales de san Francisco de Asís y santa
Clara, por lo que primero se hizo terciaria franciscana y, cuando pudo, monja
clarisa. Fue ejemplo de penitencia y oración, de servicio y entrega al bien de
los ciudadanos y al progreso de su pueblo; promovió la paz entre los príncipes
cristianos; se interesó por el desarrollo cultural de la nación; tuvo
predilección por los enfermos y los pobres. La canonizó Juan Pablo II en 1999
ORACIÓN
Padre de bondad, que nos has dado en la beata Cunegunda un ejemplo de vida
intachable y de desprendimiento en favor de los pobres, concédenos, por su
intercesión y ejemplo, dedicar nuestra vida y nuestros bienes al servicio de
los hombres en obras de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Confeccionado por Franja y Álen-Perkins
El mismo Día 24 de julio
El mismo Día 24 de julio
SANTA CRISTINA, VIRGEN Y MÁRTIR
EN SANTA
CRISTINA DE LA RAMALLOSA-
DEL MIÑOR-BAIONA
IMAGEN DE SANTA CRISTINA, VIRGEN Y MÁRTIR
La maravillosa virgen y mártir
de Cristo, santa Cristina, nació en Tiro de Toscana, población que estaba junto
al lago de Volsena.
El padre de la santa niña
Cristina se llamó Urbano; era de la ilustre familia de los Anicios, y gobernaba
la ciudad en calidad de prefecto, nombrado por los emperadores Diocleciano y
Maximiano, cuyos edictos contra les fieles de Cristo ejecutaba con gran
diligencia y bárbara crueldad.
El lugar del tribunal fué la
escuela en que la niña Cristina aprendió las primeras lecciones de nuestra
santa fe, porque asistiendo frecuentemente a los interrogatorios de los
mártires, entendió que eran dignos de desprecio los ídolos vanos, y que había
un solo Dios verdadero, y que sólo Dios podía dar a los cristianos aquella
invencible fortaleza con que triunfaban en los suplicios, y menospreciaban la
vida temporal por alcanzar la eterna.
Algunas señoras cristianas
perfeccionaron la instrucción de la niña, y fue bautizada secretamente. Diez
años tenía no más cuando deseosa del martirio tomó los ídolos de oro y de plata
que su padre tenía, los quebró e hizo pedazos y los repartió a los pobres. De
lo cual tuvo tan grande enojo su padre, que él mismo la mandó desnudar y azotar
cruelmente por sus criados; y no contento con esta crueldad la hizo otro día
atormentar con garfios de hierro, hasta arrancarle algunos pedazos de sus
carnes, los cuales tomó ella en la mano y los ofreció a su padre, diciendo:
«Toma, cruel tirano, y come también, si quieres, esa carne que engendraste.»
Mandóla poner después en una
rueda de hierro algo levantada del suelo, y debajo encender carbones y echar en
ellos aceite; mas el Señor la defendió de este suplicio, y la sacó viva y sana
de entre las llamas. Otro día la mandó el padre atar un gran peso al cuello y
echar en el lago de Volsena; pero los ángeles la libraron y sacaron a tierra
sin lesión alguna, con grande rabia y despecho de su bárbaro padre, el cual
imaginando nuevos suplicios, no pudo ejecutarlos, por haber sido hallado muerto
en la cama .
Sucedióle en el oficio de juez
el no menos cruel Dión, el cual mandó llevar a la santa niña, raída la cabeza,
al templo de Apolo; y el ídolo cayó en tierra hecho pedazos; quedó de esto tan
asombrado el prefecto, que cayó allí muerto, por cuyos prodigios se
convirtieron muchos gentiles a la fe de Cristo. A Dión sucedió otro juez
llamado Julián, no menos impío y feroz; porque mandó encender un horno, donde
tuvo a la santa niña por espacio de cinco días, y del cual salió ella alabando
a Dios, sin haber recibido lesión alguna. Cortáronle la lengua para que no
pudiese invocar a Jesucristo, y sin lengua hablaba y no cesaba de bendecir al
Señor. Finalmente fue atada a un madero y asaeteada y con este martirio envió su
alma al cielo.
Reflexión:
¡Con qué regocijo sería
recibida de los ángeles aquella alma purísima que revestida de la fortaleza de
Dios había salido con victoria de tres tiranos y de tan dura y larga pelea!
¡Qué trabajos podemos nosotros
padecer por amor de Cristo, que puedan compararse con los que pasó la santa
niña Cristina! ¡Verdaderamente es nada todo lo que hacemos por servir a Dios y
ganar el cielo!
Una niña de diez años como
santa Cristina nos cubrirá de vergüenza en el día del juicio, si no sólo
servimos a Dios con tan poca generosidad, sino que aun rehusamos aceptar con
paciencia las cruces que el Señor nos envía.
Padre Francisco de Paula
Morell, Flos Sanctorum de la Familia Cristiana
Imágenes de Santa Cristina
del Miñor-de la Ramallosa-Sabarís
Iglesia parroquial de Santa Cristina
Iglesia parroquial de Santa Cristina
El Templo parroquial en la misa dominical
Santa Cristina, Patrona de los moteros del Valle Miñor
El puente medieval de la Ramallosa
Interior de la Iglesia Parroquial
Vidrieras del Templo parroquial
Lateral de la Iglesia Parroquial de la Ramallosa
Santa Cristina
Procesión el 24 de julio
Confeccionado por Franja
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