Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTORAL
SEMANA
DEL 15 AL 12 DE ABRIL 2013
III SEMANA DE
PASCUA
San Damián de
Veuster (o de Molokai)
el leproso por la caridad
el leproso por la caridad
Nació en Tremenloo (Bélgica) el año
1840 en el seno de una familia numerosa y cristiana. En su adolescencia trabajó
en la granja familiar, pero a los 19 años ingresó en la Congregación de los
Sagrados Corazones. Estudió en París y Lovaina. Antes de acabar la carrera
pidió ir a misiones y en 1864 llegó a Honolulu en las islas Hawai. Allí
completó los estudios y recibió la ordenación sacerdotal. Estuvo trabajando en
la isla principal hasta que, en 1873, el obispo pidió voluntarios para la
leprosería de la isla de Molokai, a la que el gobierno enviaba los enfermos. Él
se ofreció y aquella fue su misión definitiva. Su vida fue heroica. Tuvo que
hacer de sacerdote, médico, padre, cuidar las almas, limpiar las llagas,
distribuir medicinas, despertar la propia estima de los enfermos, que acabaron
organizándose, cultivando la tierra, creando instituciones. En 1884 él mismo
resultó contagiado de lepra, y a partir de entonces comenzó a ser conocido y
ponderado el ejemplo de su vida de radical entrega al servicio de los leprosos.
Murió en la localidad de Kalawao, isla de Molokai en Oceanía, el 15 de abril de
1889. Fue canonizado el año 2009.
ORACIÓN
Padre de misericordia, que en san Damián, nos has dado el sublime
testimonio de su caridad a los más pobres y abandonados, concédenos, por su
intercesión, que también nosotros, impulsados por el amor al Corazón de tu
Hijo, seamos servidores de los hermanos más necesitados y marginados. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Nació en Lourdes (Francia) el año
1844 de una familia pobre. Desde pequeña cuidó ovejas, rezaba el rosario, era
analfabeta y tenía poca memoria. A los catorce años, a partir del 11 de febrero
de 1858, la Virgen María se le apareció hasta dieciocho veces en los Pirineos,
cerca de Lourdes, dentro de la gruta de Massabielle, junto al río Gave, y le
dijo: «Yo soy la Inmaculada Concepción», mensaje que ella no podía comprender
entonces. La Señora le encargó que pidiera a los sacerdotes que construyeran
allí una iglesia. Durante mucho tiempo no se le dio crédito y tuvo que sufrir
mucho. Por su medio María Inmaculada llamaba a los pecadores a la conversión,
suscitando un gran celo de oración y amor, principalmente como servicio a los
enfermos y pobres. En 1866, deseosa de salir del revuelo que se había producido
y de encontrar sosiego para su alma, ingresó en la Congregación de las Hermanas
de la Caridad de Nevers. No tardaron en llegar las enfermedades que la tuvieron
postrada en cama muchos años: asma, tuberculosis, tumor óseo en la rodilla.
Murió en Nevers el 16 de abril de 1879.
ORACIÓN
Inmaculada Señora y Madre mía, por el grande amor que mostrasteis a los
hombres, dignándote aparecer en una tosca gruta e instruir a la joven y dichosa
Bernardita, os ruego me hagáis merced de alegrar mi corazón con vuestras
influencias soberanas. Y así, Señora, como hicisteis brotar en la gruta de
Lourdes aquel manantial riquísimo de cristalinas y saludables aguas, para
remedio del cuerpo, derramad sobre mi pobre alma las dulcísimas y fértiles
aguas de la gracia, que apaguen mi sed por las cosas de la tierra, y limpien mi
espíritu para que sea digno de los goces purísimos del cielo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
San Roberto
de Molesmes.
Él, san Alberico de Cîteaux y san
Esteban Harding son los abades de Cîteaux que dieron origen a la Orden del
Císter y con ella a la renovación y espiritualidad cisterciense. Roberto nació
en Troyes (Champaña, Francia) hacia el año 1024 de familia noble. Ingresó muy
joven en el monasterio benedictino de Moutier-la-Celles, del que sería prior.
Buscando una vida monástica más sencilla y austera fundó y dirigió monasterios,
fue guía de ermitaños y reformador insigne de la disciplina monástica. El año
1075 fundó el monasterio de Molesmes con la idea de restaurar la verdadera vida
cenobítica benedictina. Pero el monasterio se desarrolló y enriqueció muy
pronto. Roberto intentó de nuevo dar cauce a sus ideales y en 1098 fundó la
abadía de Cîteaux (Císter), cerca de Dijon (Borgoña, Francia). Muy pronto
adquirió un gran prestigio por su observancia y espiritualidad. Más tarde,
reclamado por sus anteriores monjes y por obediencia al papa, regresó a
Molesmes, donde falleció el 17 de abril del año 1111
ORACIÓN
Dios nuestro, tú nos diste en san
Roberto de Molesmes, un claro testimonio de perfección evangélica; concédenos,
por su intercesión, que en medio de la inestabilidad de este mundo tengamos el
corazón siempre puesto en las cosas celestiales.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad
del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
Nació en Montilla (Diócesis de
Córdoba) en marzo de 1549. Francisco fue el hijo de Mateo Sánchez Solano y Ana
Jiménez. Tuvo dos hermanos Diego e Inés. Creció en un hogar cristiano y comenzó
su educación con los padres de la Compañía de Jesús, los jesuitas de su ciudad,
entrando luego en la Orden de San Francisco a los 20 años. Cursó Filosofía y
Teología en el convento de Loreto de Sevilla, ordenándose sacerdote en 1576.
Solicitó sin éxito ser destinado como misionero al norte de África.
La muerte de su padre le hizo volver
temporalmente a Montilla para visitar a su madre, que padecía ceguera. Sin
embargo, su estancia se prolongó más de lo previsto debido a una epidemia. En
Montilla realizó varias curaciones inexplicables que dieron comienzo a su fama
como hacedor de milagros.
En 1581, Francisco Solano fue
destinado como vicario y maestro de novicios al convento cordobés de la
Arruzafa, donde solía visitar a los enfermos y recomendaba a los más jóvenes
que tuvieran paciencia en los trabajos y adversidades. Desarrolló, al igual que
Francisco de Asís, el fundador de su Orden, una relación especial con los
animales.
En 1589, el rey Felipe II pidió a los
franciscanos que enviaran misioneros a Sudamérica. Finalmente, y para alegría
suya, Francisco fue el elegido para la misión de extender la religión en estas
tierras. Después de un accidentado viaje al Perú, con naufragio y peligro de
perecer en el trayecto, como su destino era Tucumán (Argentina) emprende este
larguísimo viaje en compañía de ocho franciscanos más. Había que atravesar los
Andes por el valle de Jauja, Ayacucho y llegar hasta Cusco; cruzar la meseta
del Collao, la actual Bolivia por Potosí y entrar en los confines del norte
argentino; de nuevo bajar hasta Salta y finalmente hasta las llanuras del
Tucumán. Aquí permanece hasta mediados de 1595, como misionero. Recorrió los
territorios de Tucumán hasta las pampas y el Chaco Paraguayo y Uruguay. Tenía y
se sirvió del don de lenguas y llegó a adquirir las de los nativos a los que
fue a predicar.
Francisco Solano misionó por más de
14 años por el Chaco Paraguayo, por Uruguay, el Río de la Plata, Santa Fe y
Córdoba de Argentina, siempre a pie, convirtiendo innumerables indígenas y
también muchísimos colonos españoles.
ORACIÓN
Dios nuestro, que llamaste a tu servidor san Francisco Solano, para vivir
en el seguimiento de Cristo, concédenos, por su intercesión, que apartándonos
de todo egoísmo podamos unirnos a ti de todo corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santo
vive y reina en unidad y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
San León IX, papa de 1049 a 1054.
Nació en
Alsacia el año 1002, y estaba emparentado con los emperadores alemanes Conrado
II y Enrique III. Era canónigo y diácono cuando fue nombrado obispo de Toul,
oficio en el que se mostró reformador de la Iglesia y defensor de su libertad;
fue consejero de sucesivos emperadores. Muerto el papa Dámaso II, el emperador
Enrique III lo designó papa, pero él se negó a asumir funciones papales hasta
que el clero y el pueblo de Roma lo eligieron. Con él se puso en marcha la
reforma de la Iglesia. Celebró un sínodo en Roma, viajó por Europa visitando
diócesis y celebrando sínodos, impulsando el espíritu de reforma y
revitalizando los estamentos eclesiales, luchando contra la simonía y la vida
irregular de sacerdotes. Estuvo un tiempo preso de los normandos. Surgida la
polémica con el patriarca de Constantinopla Miguel Cerulario, tras hacer cuanto
estaba de su parte para salvar la unidad de la fe y de la disciplina de la
Iglesia, le envió una embajada que acabó excomulgándolo el 16 de julio de 1054,
fecha de la ruptura entre Oriente y Occidente. El papa murió antes, el 19 de
abril de aquel mismo año.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que pusiste a san León IX, como guía de tu
pueblo para servirlo con la palabra y el ejemplo, por su intercesión, protege a
los pastores de tu Iglesia junto al rebaño que les has confiado, y condúcelos
por el camino de la salvación eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
SÁBADO, 20
San Marcelino
de Embrún, obispo
Vino al mundo en la provincia romana
de Africa y murió en Embrun (Alpes), el 13 de abril del año 374. Este sacerdote africano tuvo la feliz idea
evangélica de embarcarse con dos compañeros, Domingo y Vicente, con destino a Francia. Les guiaba llana y simplemente la
evangelización de los Alpes franceses. A sus dos amigos los envió a los
Alpes Bajos. El se quedó en Embrun. En seguida, llevado por la urgencia de
anunciar el evangelio y para tener un lugar apropiado en donde hacerlo,
construyó una capilla en la ciudad. Para su inauguración invitó a san
Eusebio de Vercelli. A pesar de la distancia y de los caminos, vino desde el
Piamonte para la consagración de la iglesia y, de camino, lo consagró Obispo.
Se cuenta que, a la vuelta de una
incursión apostólica, Marcelino se encontró con una reata de mulos que llevaban
sacos de trigo, uno de los arrieros le daba golpes al animal porque había caído
muerto de extenuación y agotamiento. Al ver pasar al obispo, le dijo:
"Usted va a hacer sus veces". Y así lo hizo. Cargó con el trigo hasta
el pueblo. Cuando los cristianos lo vieron llegar de esta forma extraña,
quisieron hacerle daño al arriero, pero Marcelino se lo impidió: "No le
hagáis daño, es mi bienhechor. ¿No me ha permitido imitar un poco a Aquel que
cargó con nuestros pecados y quiso llevar la cruz de la salvación?".
Con estas pruebas de amor a Cristo,
la gente se quedó asmirada. Gracias a esto, le fue más fácil lograr
conversiones para la fe cristiana.
Junto a este amor limpio y sincero
para con todo el mundo, también supo luchar con ahínco contra el arrianismo que
quería implantar Constancio II en todo el Occidente. Por eso, alguna que otra
vez tuvo que huir a las montañas para que no lo cogieran los funcionarios
imperiales. Al morir el emperador, quedó más liberado para la predicación del Evangelio..
ORACIÓN
Dios nuestro, que has dado a tu Iglesia un modelo de pastor bueno en san
Marcelino de Embrún, concédenos, por su intercesión poder descansar para
siempre en las verdes praderas de tu Reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la
unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
DOMINGO 21
SAN ANSELMO
DE CANTERBURY (o de Aosta),
obispo y doctor de la
Iglesia.
Nació el año 1033 en Aosta (Piamonte,
Italia) de familia noble y rica. En su juventud quiso abrazar la vida
monástica, pero no se lo permitió su padre. Estuvo viajando por varios países,
hasta que llegó al monasterio benedictino de Bec, en Normandía (Francia), donde
le cautivó la figura de Lanfranco de Pavía y en el que ingresó. Estudió, se
ordenó de sacerdote y enseñó teología. En 1078 fue elegido abad y se consagró a
la formación de los monjes en el camino de la Regla y en el servicio de Dios.
Visitó Canterbury (Inglaterra), donde estaba de arzobispo Lanfranco de Pavía, y
fue tal la impresión que dejó, que lo eligieron para sucederle en 1093. Al
frente de su diócesis tuvo que padecer mucho por defender la libertad de la
Iglesia en sus tirantes relaciones con los monarcas ingleses, sufriendo dos
veces el destierro. Fue un teólogo eminente y su amplia producción literaria es
importante para el desarrollo del pensamiento cristiano en siglos posteriores.
Es el prototipo del creyente que busca entender su fe para dar razón de ella.
Murió en su sede episcopal el 21 de abril de 1109.
ORACIÓN
Señor Dios, que has concedido a tu obispo san Anselmo el don de investigar
y enseñar las profundidades de tu sabiduría, haz que nuestra fe ayude de tal
modo a nuestro entendimiento, que lleguen a ser dulces a nuestro corazón las
cosas que nos mandas creer. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Cofeccionado por Franja y Alen-Perkins
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