Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
BIOGRAFÍAS DE LOS SANTOS DE LA SEMANA
LUNES, 8
Beato Pedro González – Patrón de la Diócesis de Tuy-Vigo
(conocido como san Telmo)
Capilla de San Telmo en Tui, edificada sobre la habitación donde murió el santo
San Pedro González Telmo Confesor
(1190-1246)
Por su nombre y apellidos completos apenas se le reconoce, pero llamándole simplemente san Telmo en seguida se recuerda a un santo de gran devoción entre la gente del mar, que dicen ver su figura en las ráfagas luminosas que aparecen durante las tormentas sobre los mástiles.
Nació en la villa de Frómista, cerca de Palencia, por el año 1180 de padres muy cristianos y de familia distinguida. Fue bautizado en la parroquia de San Martín y le impusieron el nombre de Pedro González, aunque después será conocido por Telmo, ya que todos los que de una u otra manera trabajan en el mar lo tomarán como Patrón y poderoso Intercesor ante el Señor, y había que abreviar.
Hizo brillantes estudios en la universidad de Palencia y, bajo la protección de su tío el obispo, se ordenó sacerdote para ser al cabo de poco tiempo canónigo y deán.
Los historiadores más antiguos nos lo pintan como "mancebo gentil y donairoso, de recio temple y muy dado a la ostentación". Éstas eran buenas credenciales para medrar en la carrera eclesiástica que había abrazado y en cualquiera otra que se propusiera. El mundo y el porvenir, digamos también la suerte, le acompañaban.
Al parecer, un eclesiástico de rumbo, fastuoso y presumido hasta que un día de Navidad, cuando formaba parte de una cabalgata entre la admiración de los palentinos, su caballo resbaló en la nieve, y él, envuelto en sus galanos arreos, acabó en el fango en medio de la rechifla general.
Este episodio de vanidades humilladas, en el que la arrogancia y su lujo tienen una especie de camino de Damasco, le hizo reflexionar, ingresó en un convento de dominicos y, una vez convertido en el más humilde de los frailes, fue por obediencia un gran predicador itinerante de su orden.
El rey Fernando III el Santo lo lleva como capellán castrense hasta Córdoba, durante tres años.
Predica en Castilla y León. Siendo prior del convento de Guimaraes en Portugal recibe como dominico a San Gonzalo de Amarante. Desde Asturias a Aragón y Galicia el pueblo acoge su apostolado, lo mismo en las rías gallegas, frente a una violenta tempestad, que en las orillas fluviales de la Ramallosa y Rivadavia.
Al fin se asentó en Tui, donde murió agotado y lleno de méritos el 15 de Abril de 1246, lunes de la segunda semana de Pascua, cuando intentaba peregrinar a la tumba del Apóstol Santiago en Compostela.
Su tumba en la catedral de Tui obró infinitos milagros, y en la memoria popular este gran taumaturgo se permite aún la ostentación eléctrica de los resplandores con los que el santo se hace presente cuando corren peligro los que navegan.
Es patrono de la ciudad de Tui y de la Diócesis de Tui-Vigo, en donde se celebra su fiesta el lunes de la segunda semana de pascua.
ORACIÓN
Oh Dios, que por el beato Pedro ayudas de modo especial a los que corren peligro en el mar; concédenos, por su intercesión, que la luz de tu gracia brille como faro en las tormentas de nuestra vida, para que podamos arribar al puerto de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén
FIESTA DE LA ENCARNACIÓN DEL SEÑOR
La Anunciación-Patrona de Baiona
La Anunciación-Patrona de Baiona
[ Fiesta Litúrgica Trasladada del 25 de marzo ]
La Anunciación del Señor. Fiesta conjunta de Cristo y de la Virgen: la Encarnación del Hijo del eterno Padre en el seno de la Virgen por obra del Espíritu Santo. El Verbo se hace hijo de María y ésta se convierte en Madre de Dios. San Lucas refiere que el ángel Gabriel, enviado por Dios a la Virgen María, se le presentó en Nazaret y le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo». Ella se conturbó, pero al ángel añadió: «No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir y a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús, que será llamado Hijo del Altísimo». María aclaró que no conocía varón, y el ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios». Entonces María dijo: «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra». San Juan cierra así la escena: «Y la Palabra se hizo carne, y acampó entre nosotros».
ORACIÓN
Señor, tú has querido que la Palabra se encarnase en el seno de la Virgen María; concédenos, en tu bondad, que cuantos confesamos a nuestro Redentor, como Dios y como hombre verdadero, lleguemos a hacernos semejantes a él en su naturaleza divina. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San Miguel de los Santos
Nació un 29 de septiembre de 1591 en Vic (Barcelona, España), con el nombre de Miguel Argemir, en el seno de una familia muy piadosa y siendo el séptimo de ocho hermanos. Miguel queda huérfano siendo niño, por lo que es encomendado a unos tutores.
En 1603, cuando él contaba con 11 años de edad, fue recibido en el convento de los Trinitarios de Barcelona. En 1606 inicia el noviciado en San Lamberto (Zaragoza), profesando el 30 de septiembre de 1607. Recibe el hábito de Descalzo, y pasa a llamarse desde entonces Miguel de los Santos.
Llevado por el espíritu de la reforma, se pasa a la descalcez. Toma el nuevo hábito en Oteiza, cerca de Pamplona. Realiza su segundo noviciado en Madrid y Alcalá de Henares, profesando en esta ciudad el 29 de enero de 1609.
Fue conventual en La Solana y Sevilla de 1609 a 1611. Estudió filosofía en Baeza desde 1611 a 1614, año que fue enviado a Salamanca a cursar la teología. Al cabo de un año regresó a Baeza, donde concluyó sus estudios teológicos. Desconocemos el lugar y fecha de su ordenación. Durante los siete años que reside en Baeza (1615-1622) ejerció de confesor, predicador y vicario. Finalmente es enviado a Valladolid en mayo de 1622,
A pesar de su sencillez extrema y de su encantadora modestia, cuando fue nombrado vicario general de los Padres Trinitario en Valladolid supo actuar con delicadeza, comprensión, entrega y sentido práctico.
Destacó por su profundidad mística, mostrada, sobre todo, en su devoción al sacramento de la Eucaristía y en sus frecuentes éxtasis. Se distinguió también por la continua mortificación de su cuerpo y por una intensa vida de apostolado. Se le atribuye un breve tratado místico sobre “la tranquilidad del alma”.
Entregado a la oración y al servicio, y padeciendo esos arranques de experiencia mística con que se privaba, San Miguel de los Santos contrajo fiebres tifoideas, que tras un grave suplicio le quitaron la vida en Valladolid, a los 34 años de edad.
La Orden Trinitaria lo reconoce como patrón de la juventud trinitaria. Fue beatificado el 2 de mayo de 1779 y canonizado el 8 de junio de 1862, fecha en que, la Orden de la Santísima Trinidad, celebra su fiesta.
ORACION
Dios nuestro, que llamaste a tu servidor san Miguel de los Santos, para vivir en el seguimiento de Cristo, concédenos, por su intercesión, que apartándonos de todo egoísmo podamos unirnos a ti de todo corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina en unidad y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
San Estanislao de Cracovia.
Nació en Szczepanowski (Cracovia, Polonia) hacia el año 1030. Hizo sus estudios en París y fue ordenado sacerdote por el obispo de Cracovia, Lamberto, a quien sucedió el año 1071, después de haber ejercido el ministerio como canónigo y predicador. Fue un buen pastor al frente de su diócesis, ayudó a los pobres y oprimidos y cuidó la formación de sus clérigos, a los que visitaba todos los años. Defendió con entereza la libertad de la Iglesia, la civilización y las costumbres cristianas frente a las injusticias de su tiempo. El 11 de abril de 1097, mientras celebraba la eucaristía, fue asesinado por el rey Boleslao, a quien había increpado por su mala conducta. Fue canonizado en Asís el año 1523 por Inocencio IV.
ORACIÓN:
Señor, tú has otorgado a san Estanislao, tu obispo, la gracia de sucumbir en aras de tu gloria bajo la espada de los perseguidores; concédenos, por su intercesión, perseverar con firmeza en la fe, hasta la muerte. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Santa Teresa de Jesús de los Andes
Nació en Santiago de Chile el 13 de julio de 1900, en el seno de una familia acomodada y muy cristiana. Desde su niñez procuró comulgar diariamente y pasar largo rato en diálogo amistoso con Jesús, a la vez que vivía una intensa vida mariana. Profundamente afectiva, se creía incapaz de vivir separada de los suyos. Sin embargo, asumió generosa la prueba de estudiar en régimen de internado, como entrenamiento para la separación definitiva que consumaría el 7 de mayo de 1919, ingresando en las Carmelitas Descalzas de Los Andes. No alcanzó a vivir ni un año entero en el convento, pues murió de tifus el 12 de abril de 1920. Las religiosas aseguraban que había entrado ya santa. Cristo, ese loco de amor, me ha vuelto loca, decía ella. Alcanzó una envidiable madurez integrando en la más armoniosa síntesis lo divino y lo humano: oración, estudios, deberes hogareños... y deporte, al que era aficionadísima. Juan Pablo II la canonizó en 1993.
ORACIÓN
Dios nuestro, que llamaste a tu servidora santa Santa Teresa de Jesús de los Andes, para que te buscara sólo a ti, por su ejemplo e intercesión, concédenos que, sirviéndote con un corazón puro y humilde, lleguemos a tu eterna gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
San Hermenegildo
Es el gran defensor de la fe católica en la España de su tiempo contra los durísimos ataques de la herejía arriana. Su gloria consiste en haber padecido el martirio por negarse a recibir la comunión de manos de un obispo arriano y en ser, de hecho, el primer pilar de la unidad religiosa de la nación española, que llegaría poco después con la conversión de su hermano Recaredo. Hermenegildo, gobernador de la Bética durante la dominación visigótica, convertido del arrianismo al catolicismo por influjo de su esposa y de san Leandro, se alzó en armas contra su padre, Leovigildo, que pretendía imponer las doctrinas de Arrio. Vencido y apresado en Córdoba, fue a parar a Tarragona donde fue decapitado el 13 de abril del año 586.
ORACIÓN
Oh Dios, que suscitaste en tu Iglesia a san Hermenegildo, mártir, como intrépido defensor de la fe, concédenos a cuantos veneramos hoy la memoria de su martirio la unidad en la confesión de tu nombre y la perseverancia en tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
DOMINGO, 14
Santa Liduvina
Nació por el 1380 en una villa no lejana de La Haya - Holanda - llamada Schiedam. Su padre era el sereno de la ciudad. Familia normal sin llamar la atención ni por su apellido, ni por su dinero, ni por otra cualidad. La hora de Dios la esperaba en una fiesta de la Virgen María. Era el 2 de
febrero, fiesta de la Presentación del Señor y Purificación de la Virgen María, cuando unas amigas la invitaron a ir a patinar con ellas sobre la nieve. Por darles gusto aceptó, se cayó y se hizo un mal terrible en el pecho que ya nunca le desapareció Más aún, fue origen de otros muchos males que la aquejaron durante toda su vida. Es casi imposible cómo el cuerpo humano puede resistir tantas y tan crueles enfermedades como desde esta fecha se cebaron sobre el cuerpo de Liduvina.
A los atroces tormentos físicos vinieron a añadirse los morales, ya que pasó por terribles tentaciones de falta de fe, de miedo a condenarse, de noches oscuras de su espíritu. Y así no sólo un año o dos, sino hasta cuarenta años entregada a los dolores de todo tipo, que todos comprendían era imposible soportarlos a no haber sido ayudada de la Divina gracia. A la humilde casita de la hija del sereno de Schiedam llegaban noticias nada halagüeñas sobre el estado de la Iglesia. Nunca sufrió tanto, ya que estuvo en su tiempo dividida en dos y tres obediencias, con dos y tres Papas a la vez. Por ella, por la Iglesia, por el Papa y por los Obispos y Príncipes cristianos ofrecía generosa sus muchos dolores. Liduvina partió para unirse al Divino Crucificado el año 1432.
ORACION
Confeccionado por Franja y Allen-Perkins
Dios nuestro, que nos alegras cada año en la conmemoración de santa Liduvina. Te pedimos humildemente que nos ayuden los méritos de quien nos alienta con el ejemplo de su castidad y fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
Confeccionado por Franja y Allen-Perkins
No hay comentarios:
Publicar un comentario