Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
Letanías de la Virgen nº 4
Autor: P Mariano de
Blas LC | Fuente: Catholic.net
Alabanzas a La
Santísima Virgen
Meditaciones de las
letanías del Rosario.
Rezarlas con devoción es como ir llenando un cántaro,
el
de nuestro corazón, de más amor, alegría y admiración.
Rosa mística
Esta letanía la
comprenden quienes aman las flores y son capaces de extasiarse ante alguna de
ellas. Pues, bien, María es una flor bellísima, la más bella de todas. ¿Te
gustan las flores, una rosa, un clavel...? María es una rosa que no se
marchita, perfumada siempre, que nos hace mirarla, quererla como la flor más
hermosa. La mejor rosa que ha producido la tierra.
Todas las bellas
flores acaban marchitándose, no pueden mantener su encanto sino por un tiempo
reducido. María ha florecido en el jardín del cielo y no se marchitará jamás.
Por eso produce una ilusión perenne, un éxtasis eterno, una ternura inacabable.
Escudo de la Virgen de Torreciudad
Turris civitatis
Torre de David
La comparación se
refiere a la muralla que rodea y defiende la ciudadela de Jerusalén, la Ciudad
Santa. Una torre en la muralla es la parte mas fuerte. Así se quiere comparar a
María como un bastión inexpugnable en la Iglesia, la nueva Jerusalén, una
fuerza imbatible contra los enemigos de Dios y de nosotros, sobre todo del
enemigo eterno de Dios y de los hombres, el Diablo. Contra la Torre de David
nada puede el Demonio. Lo sabe desde hace mucho tiempo. Por eso él odia a María
con todas sus fuerzas y a los hijos de María. Contra Ella y contra Dios nada
puede, pero sí puede contra sus hijos. Ahí se centra su venganza. Se podría
decir que ahí está la debilidad de Dios y de la Santísima Virgen. Pero depende
de nosotros. Si estamos cerca de María no hay nada que temer. Si nos alejamos
de Ella, hay que temer todo, y con razón.
Torre de marfil
El marfil es un
elemento muy valioso, muy cotizado. Esto pone en serio peligro de extinción a
los pobres elefantes que lo producen en sus colmillos. Se quiere significar que
María está hecha de material precioso, de virtudes celestiales, de santidad, de
pureza.
Casa de oro
Nuevamente se habla de
un mineral precioso, el rey de los metales, el oro. Si una casa se construye
completamente de oro, su valor es incalculable. Queremos decir que María vale
más que el oro, vale tanto que no tiene precio en los mercados. Por ninguna
criatura ha apostado Dios tanto como por María. La valora tanto que la ha hecho
su Madre. Y nos valora tanto que la ha hecho nuestra Madre. Aquí podemos
comprender el amor de Dios a nosotros. La casa de oro se llama María de Nazareth
y se llama nuestra Madre.
Arca de la alianza
El Arca antigua de la
Alianza era respetada fuertemente por los judíos, por una razón; encerraba las
dos tablas de los mandamientos que Dios había revelado a Moisés. María encerró
no las tablas de los mandamientos sino a Dios mismo, el autor de la Antigua y
de la Nueva Alianza. De ahí que la veneración hacia Ella se alarga y se eleva
casi hasta el infinito.
Rezar las letanías con
devoción es como ir llenando un cántaro, el de nuestro corazón, de más amor,
alegría y admiración. Al final, el cántaro se ha llenado de todas esas hermosas
realidades. ¡Qué diferencia de los que las rezan sin amor, distraídos! Su
cántaro se llena de nada.
Puerta del cielo
Si el cielo es la
felicidad eterna, el lugar donde reside Dios y donde estamos destinados a vivir
felices por toda la eternidad, la puerta de entrada es muy importante. Resulta
que la puerta se llama María. Al cielo se entra por María. Quien ama a María,
quien le tiene gran devoción, tiene el boleto asegurado y la puerta abierta para
entrar.
Su sí a Dios abrió la
puerta que estaba cerrada. Ella nos abrirá la puerta de la felicidad eterna;
nos dará un abrazo cariñoso. y nos presentará a Jesús y al Padre. ¡Cuanta
ilusión me da el pensar en ese momento!
A medida que conocemos
a la Virgen, nos vamos enterando de su gran importancia en esta vida y en la
otra vida. María nos es completamente necesaria e indispensable. Y los que
opinan de otra manera, muy su opinión, que respetamos, pero andan muy
equivocados.
Abrir la puerta, y
encontrarnos con María Santísima es el comienzo del cielo, su preludio, el
inicio del éxtasis eterno que comienza...pero no terminará jamás...
Estrella de la mañana
Lucero que precede a
la salida del Sol, de Jesús. Estrella del Mar, que orienta a los que andan
perdidos. Me llama mucho la atención la devoción que tienen a la Virgen los
marineros de muchos puertos. Ellos saben de tormentas, de difíciles momentos
pasados en alta mar. Por eso saben también invocar con todas sus fuerzas a la
Estrella del Mar.
Salud de los enfermos
María lleva en sus
manos y en su corazón la salud, tan necesaria para vivir en plenitud. Por eso,
uno de los momentos en que más se invoca a María por parte de todos sus hijos
es en la enfermedad. Uno de los momentos en que más necesitamos invocar a María
es en los momentos de dolor. Y cuando más se acerca a sus hijos como buena
madre es en esos dolorosos momentos...
Salud de los enfermos
del alma. Sabe curar enfermedades del cuerpo, pero sobre todo del alma. Ella
sabe otorgar algo tan grande como la salud, la paciencia y el amor en la
enfermedad. Como buena Madre está a la cabecera de sus hijos enfermos. Y sobre
todo en la hora de la muerte. Todos los buenos cristianos mueren en brazos de
su Madre, de María. Y morir así, no es triste, todo lo contrario. Cada uno de
nosotros nos preparamos la propia muerte. Si queremos morir en brazos de María,
digámoselo.
Refugio de los pecadores
Es muy importante que
lo sepan todos. El pecador se siente muy solo, terriblemente lejos de Dios y de
los hombres. Pero hay un refugio seguro, donde vive una persona muy querida,
muy nuestra, tan nuestra que es nuestra Madre. También en el pecado sigue siendo
nuestra Madre. Es cuando más la necesitamos, cuando Ella sabe que la
necesitamos más. A cuantos ha salvado, incluso en el último instante. No
desesperes, mientras exista María.
Un recado urgente, un
S.O.S. para todos los que han perdido la esperanza: Mientras exista María
Santísima, hay remedio para todos los males, hay perdón para todos los pecados.
De todos los títulos hermosos que tiene María, este es el más querido y más
aprovechado precisamente por ellos, los pecadores.
Ruega por nosotros,
pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Quien reza frecuentemente el
rosario hace esta petición miles de veces y quien hace una petición miles de
veces, la consigue. Mira por donde el rezo del rosario tanto tendrá que ver con
nuestra salvación eterna.
Todos conocemos
aquella bella reflexión :“Yo les cierro la puerta...pero tu Madre les abre la
ventana”. Si tienes miedo de Dios, no lo tengas de María. La Virgen María, la
Immaculada, la Madre de Dios no tiene repugnancia de besar las llagas
purulentas de sus hijos enfermos.
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