Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
CONSEJOS PARA PADRES
En estos tiempos tan críticos para la familia y para la vida, no vienen mal unos consejos en ayuda de aquellos que por su naturaleza, son los primeros educadores en la fe.
Me refiero a los padres, para que les sirva de ayuda en el gravísimo deber de educar a los hijos desde la más tierna infancia.
Es precisamente ahí cuando se advierte la necesidad de tener las ideas claras y conocer aquellos principios y valores cristianos, que tienen que procurar injertar en sus hijos, para que después puedan hacer frente a la vida.
Franja
CONSEJOS PARA PADRES
Los niños no entienden
todo lo que sucede, pero confían en que nosotros sí lo entendemos, y en que lo
que decimos es válido y cierto. Tienen fe en nosotros. Por eso es tan
importante tratar sus sentimientos con mucho cuidado y oración.
Cuando los niños
pequeños están en pos de llevar la contraria, no es el momento de pedirles nada. A todo dicen que NO.
Hace falta tener
reglas, pero no pongas más de la cuenta. Cuantas menos reglas estrictas haya,
de esas cuyo incumplimiento acarrea un castigo, mejor.
Cada niño tiene su
propia personalidad, y a cada uno hay que tratarlo según su grado de madurez y
sus características y personalidad particulares.
Si te pones en el lugar
de tus hijos, estarás en mejores condiciones de entender sus conflictos.
Hay que decidir qué
reglas se deben obedecer sin falta y sin excepción, y cuáles se pueden
flexibilizar a veces. Para ello, sin embargo, hace falta la sabiduría de Dios. Por eso, esas
decisiones se deben tomar, en la medida de lo posible, con mucha oración,
consultando con el Señor y Su Palabra, no a la ligera.
Hace falta mucho tino
para saber cuándo tratar de convencer a un joven para que proceda según lo que
la experiencia nos indica que dará mejor resultado, y cuándo debemos acceder a
hacer las cosas a su manera. A veces la autoestima que adquiere cuando se le
confía una decisión o cuando ve que estamos dispuestos a tomar en cuenta sus
deseos y opiniones importa más que las ventajas de que haga las cosas como le
decimos. Y como es natural, con frecuencia la experiencia es el mejor maestro.
Dios nos ha dado
ejemplo. Debemos proceder con nuestros hijos como Él lo hace con nosotros. Él procura persuadirnos a obrar como
es debido, a hacer lo que da mejor resultado; pero nos da libre albedrío y nos
permite tomar nuestras propias decisiones. Cuando no haya inconveniente,
hagamos lo mismo con nuestros hijos mientras todavía son pequeños. Eso los
facultará para tomar decisiones acertadas cuando lleguen a mayores y lo que
esté en juego sea más trascendente.
Muchos no comprenden
que el mundo del mañana
depende de los adultos
de hoy, de lo que decidan
conceder o negar a la
siguiente generación.
Texto de David Brandt
Berg
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