Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
30 de agosto en Perú y otros lugares de América
Santa Rosa de Lima.
Nació en Lima (Perú), en el seno de una familia numerosa de origen español, el año 1586. Viviendo de niña en su casa, se dedicó ya a una vida de piedad y austeridad. Desde jovencita sintió deseos de abrazar la vida claustral en las clarisas, pero su madre se opuso y optó por permanecer virgen en el mundo. Por eso rehusó el matrimonio que sus padres le proponían y en 1606 tomó el hábito de la Orden Tercera de Santo Domingo. Su modelo fue santa Catalina de Siena. Construyó una especie de eremitorio en un rincón del jardín de su casa; se dedicó a la práctica de severas penitencias y gozó de alta contemplación y de experiencias místicas. También acomodó su casa para atender a los niños y a los ancianos abandonados, en especial los de origen indio. Ardió en celo por la salvación de los pecadores y de los indígenas, por los que se sometía a grandes sacrificios. Los últimos años de su vida los pasó con unos cónyuges muy religiosos que la querían de verdad. Murió en Lima el 24 de agosto de 1617.
Rosa de Lima, Santa
La primera mujer declarada santa de todo el continente
americano, 30 de agosto
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant | Fuente: http://www.caminando-con-jesus.org/
Patrona de Perú, América y las Filipinas
Agosto 30
Etimológicamente significa" rosa, jardín florido".
Viene de la lengua latina.
La primera mujer declarada santa de todo el continente americano
El Papa Inocencio IX dijo de esta santa un elogio admirable:
"Probablemente no ha habido en América un misionero que con sus predicaciones
haya logrado más conversiones que las que Rosa de Lima obtuvo con su oración y
sus mortificaciones". Lo cual es mucho decir.
Isabel Flores de Oliva, hija de Gaspar de Flores y María de
Oliva, que por su belleza recibió popularmente el nombre de "Rosa" al
que ella añadió "de Santa María" En el bautizo le pusieron el nombre
de Isabel, pero luego la mamá al ver que al paso de los años su rostro se
volvía sonrosado y hermoso como una rosa, empezó a llamarla con el nombre de Rosa.
Y el Sr. Arzobispo al darle la confirmación le puso definitivamente ese nombre,
con el cual es conocida ahora en todo el mundo.
En los años en que nació Santa Rosa de Lima, la sociedad de su
época, propia de un periodo colonial, esta orientada en varios aspectos por el ideal
de tener más. Hay allí familias pudientes, otras de pequeños propietarios y la
gran mayoría de campesinos, negros y mulatos, que son tratados como esclavos.
La familia de Rosa es de pequeños propietarios. Los padres de Rosa se esfuerzan
en darle una seria educación humana además de proporcionarle una sólida
formación en la fe.
Lima tiene una comunidad pionera en la evangelización: el
convento de Santo Domingo. Allí los seglares pueden participar en la liturgia,
reunirse a meditar la Palabra de Dios y colaborar temporalmente en los puestos
misionales o "doctrinas".
Desde pequeñita Rosa tuvo una gran inclinación a la oración y a
la meditación. Un día rezando ante una imagen de la Virgen María le pareció que
el niño Jesús le decía: "Rosa conságrame a mí todo tu amor". Y en
adelante se propuso no vivir sino para amar a Jesucristo. Y al ir a su hermano
decir que si muchos hombres se enamoraban perdidamente era por la atracción de
una larga cabellera ó de una piel muy hermosa, se cortó el cabello y se propuso
llevar el rostro cubierto con un velo, para no ser motivo de tentaciones para
nadie. Quería dedicarse únicamente a amar a Jesucristo.
Rosa en su interior vive un dilema: por un lado siente vocación
de religiosa contemplativa y, por otros, percibe la imperiosa llamada a
realizar esta vocación en el interior de su familia, trabajando por el Reino de
Dios desde fuera del convento, esto sucedió así:
Se había propuesto irse de monja agustina. Pero el día en que
fue a arrodillarse ante la imagen de la Virgen Santísima para pedirle que le
iluminara si debía irse de monja ó no, sintió que no podía levantarse del suelo
donde estaba arrodillada. Llamó a su hermano a que le ayudara a levantarse pero
él tampoco fue capaz de moverla de allí. Entonces se dio cuenta de que la
voluntad de Dios era otra y le dijo a Nuestra Señora: "Oh Madre Celestial,
si Dios no quiere que yo me vaya a un convento, desisto desde ahora de su
idea". Tan pronto pronunció estas palabras quedó totalmente sin parálisis
y se pudo levantar del suelo fácilmente.
A sus 20 años encuentra el camino: ser pobre por la fraternidad
universal ingresando en la Orden de Predicadores, en su movimiento seglar,
había sucedido que ella vino a saber que la más famosa terciaria dominica es
Santa Catalina de Siena (29 de abril) y se propuso estudiar su vida e imitarla
en todo. Y lo logró de manera admirable. Se fabricó una túnica blanca y el
manto negro y el velo también negro para la cabeza, y así empezó a asistir a
las reuniones religiosas del templo.
Su padre fracasó en el negocio de una mina y la familia quedó en
gran pobreza. Entonces Rosa se dedicó durante varias horas de cada día a
cultivar un huerto en el solar de la casa y durante varias horas de la noche a
hacer costuras, para ayudar a los gastos del hogar. Como dominica seglar da
clases a los niños, incluyendo aprendizaje de instrumentos musicales (guitarra,
arpa, cítara). En aquel hogar la vida es sencilla, pero lo necesario nunca
falta.
Participa en la Eucaristía en el Convento de Santo Domingo. Al
fondo de su casa, en la huerta de sus padres, construye una cabaña, una ermita,
con el fin de asimilar más el Evangelio en la oración; allí entra en comunión
con Dios, con los hombres y con la naturaleza. Sólo Dios la va retribuyendo y
ella se va forjando como mujer de "contemplación en lo secreto". A
esto une una serie de mortificaciones. Explica en sus escritos que la
mortificación es necesaria para ser saciados por el Espíritu de Dios, para vivir
orientados por el Espíritu Santo, para renovar la faz de la tierra a partir de
uno mismo. Frente a sus prójimos es una mujer comprensiva: disculpa los errores
de los demás, persona las injurias, se empeña en hacer retornar al buen camino
a los pecadores, socorre a los enfermos. Se esfuerza en la misericordia y la
compasión.
Es difícil encontrar en América otro caso de mujer que haya
hecho mayores penitencias, lo primero que se propuso mortificar fue su orgullo,
su amor propio, su deseo de aparecer y de ser admirada y conocida. Y en ella,
como en todas las cenicientas del mundo se ha cumplido lo que dijo Jesús:
"quien se humilla será enaltecido".-
Una segunda penitencia de Rosa de lima fue la de los alimentos.
Su ayuno era casi continuo. Y su abstinencia de carnes era perpetua. Comía lo
mínimo necesario para no desfallecer de debilidad. Aún los días de mayores
calores, no tomaba bebidas refrescantes de ninguna clase, y aunque a veces la
sed la atormentaba, le bastaba mirar el crucifijo y recordar la sed de Jesús en
la cruz, para tener valor y seguir aguantando su sed, por amor a Dios.
Dormía sobre duras tablas, con un palo por almohada. Alguna vez
que le empezaron a llegar deseos de cambiar sus tablas por un colchón y una
almohada, miró al crucifijo y le pareció que Jesús le decía: "Mi cruz, era
mucho más cruel que todo esto". Y desde ese día nunca más volvió a pensar en
buscar un lecho más cómodo.
Los últimos años vivía continuamente en un ambiente de oración
mística, con la mente casi ya más en el cielo que en la tierra. Su oración y
sus sacrificios y penitencias conseguían numerosas conversiones de pecadores, y
aumento de fervor en muchos religiosos y sacerdotes. En la ciudad de Lima había
ya una convicción general de que esta muchacha era una verdadera santa.-
Rosa de Lima, pasó los tres últimos años de su vida en la casa
de Don Gonzalo de Massa, desde 1614 a 1617. Don Gonzalo era un empleado rico
del gobierno y su esposa, María de Uzategui, tenía un gran aprecio por Rosa.
Durante la penosa y larga enfermedad que precedió a su muerte, la oración de la
joven era: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma
medida tu amor".
Desde 1614 ya cada año al llegar la fiesta de San Bartolomé, el
24 de agosto, demuestra su gran alegría. Y explica el porqué de este
comportamiento: "Es que en una fiesta de San Bartolomé iré para siempre a
estar cerca de mi redentor Jesucristo". Y así sucedió. El 24 de agosto del
año 1617, después de terrible y dolorosa agonía, expiró con la alegría de irse a
estar para siempre junto al amadísimo Salvador a los 31 años.
Y a esta muchacha de condición económica pobre y sin muchos
estudios, le hicieron un funeral poco común en la ciudad de Lima. La primera
cuadra llevaron su ataúd los monseñores de la catedral, como lo hacían cuando
moría un arzobispo. La segunda cuadra lo llevaron los senadores (u oidores),
como lo hacían cuando moría un virrey. Y la tercera cuadra lo llevaron los
religiosos de las Comunidades, para demostrarle su gran veneración. El entierro
hubo que postponerlo porque inmensas multitudes querían visitar su cadáver, y
filas interminables de fieles pasaban con devota veneración frente a él.
Después la sepultaron en una de las paredes del templo
Su cuerpo se venera en la Basílica dominicana de Santo Domingo
en Lima. Fue canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671. Desde ese año
Toda América Meridional y Filipinas la veneran como patrona.
Así es, como es celebrada como la primera flor de santidad de
América, insigne por la fragancia de su penitencia y oración. Dotada de
brillantes cualidades y dotes de ingenio que tuvo ya desde niña se consagra al
Señor con voto de virginidad. Sintió profunda veneración por Santa Catalina de
Siena , con quien se advierte una sorprendente afinidad, así fue como por ello
decidió en 1606, inscribirse en la Orden Seglar Dominicana para darse más
plenamente a la perfección evangélica.
Esta amante de la soledad dedicó gran parte del tiempo a la
contemplación deseando también introducir a otros en los arcanos de la
"oración secreta", divulgando para ello libros espirituales. Anima a
los sacerdotes para que atraigan a todos al amor a la oración.
Recluida frecuentemente en la pequeña ermita que se hizo en el
huerto de sus padres, abrirá su alma a la obra misionera de la Iglesia con celo
ardiente por la salvación de los pecadores y de los "indios". Por
ellos desea dar su vida y se entrega a duras penitencias, para ganarlos a
Cristo. Durante quince años soportará gran aridez espiritual como crisol purificador.
También destaca por sus obras de misericordia con los necesitados y oprimidos.
Rosa arde en amor a Jesús en la Eucaristía y en honda piedad
para con su Madre, cuyo rosario propaga con infatigable celo, estimando que
todo cristiano "debe predicarlo con la palabra y tenerlo grabado en el
corazón".
Los milagros empezaron a sucederse en favor de los que invocaban
la intercesión de Rosa, y el sumo pontífice la declaró santa y la proclamó
Patrona de América Latina, Rosa de Lima, es la más bella rosa que ha producido
nuestro continente.
Santa Rosa de Lima
Himno
Cuando, Señor, en quieta lontananza
Se encienden los fulgores de este día,
No dejes avivar nuestra esperanza,
Atiende al corazón que en ti confía.
Van a pasar por manos laboriosas
Los granos de un rosario de ilusiones,
Acógelas, Señor, que son hermosas,
Amor y don de nuestros corazones.
Mujer llena de Dios, oh Santa Rosa,
Vivir para el Señor, para el Amado,
Fue el ansia de tu amor, gracia divina,
Llevada de su fuerza y de su mano.
No olvides los que vamos de camino
Siguiendo en el desierto tus pisadas,
Aboga ante el Señor favor divino,
Seguir como seguiste sus llamadas.
Proclamen nuestros labios la grandeza
Del Padre que en el Hijo nos dio gozo,
Y, siendo nuestra herencia la pobreza,
Nos colma de su amor el Fuego Santo. Amén
ORACIÓN A SANTA ROSA DE LIMA
Santa Rosa, "Rosa y Reina del Perú", encendida en el
amor a Dios y a la fe, te apartaste del mundo y te entregaste a Cristo en medio
de admirables penitencias.
Quisiste ser apóstol y llevar a todos los hombres hacia Jesús.
Para ello renunciaste a tu hermosura y a tus atractivos humanos, mortificando
tu cuerpo... Alcánzanos el camino de la verdadera vida para que lleguemos a
gozar un día de los bienes eternos. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
ORACIÓN
Oh esclarecida Virgen, Rosa celestial, que con el buen olor de
vuestras virtudes habéis llenado de fragancia a toda la Iglesia de Dios y
merecido en la gloria una corona inmarcesible; a vuestra protección acudimos
para que nos alcances de vuestro celestial Esposo un corazón desprendido de las
vanidades del mundo y lleno de amor divino.
¡Oh flor la más hermosa y delicada que ha producido la tierra
americana!, portento de la gracia y modelo de las almas que desean seguir de
cerca las huellas del Divino Maestro, obtened para nosotros las bendiciones del
Señor. Proteged a la Iglesia, sostened a las almas buenas y apartad del pueblo
cristiano las tinieblas de los errores para que brille siempre majestuosa la
luz de la Fe y para que Jesús, vida nuestra, reine en las inteligencias de
todos los hombres y nos admita algún día en su eterna y dichosa mansión. Amén.
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