Blog Católico de Javier Olivares-Baiona
SANTOS DEL
19 AL 25 DE OCTUBRE 2015
XXIX Semana del
Tiempo de Ordinario
SANTOS DE
LA SEMANA
San
Pedro de Alcántara
Nació en
Alcántara, provincia de Cáceres en España, el año 1499. Después de estudiar en
Salamanca filosofía y derecho, ingresó en la Orden franciscana y se ordenó de
sacerdote. Ocupó en la Orden diversos cargos. Austero consigo mismo, extremaba
su dulzura con los demás. Llevado por el celo de las almas, se dedicó a la
predicación con gran fruto. En 1554 obtuvo de la Santa Sede permiso para
iniciar una observancia más fiel a la Regla de San Francisco. Se le agregaron
otros hermanos, a quienes formó en la vida de penitencia y austeridad, en
intensa oración y en la guarda estricta de la pobreza, y así se formó la
Reforma Alcantarina, que tantos frutos de santidad daría a la Iglesia. Además,
con sus consejos prestó ayuda a santa Teresa de Jesús para la reforma del
Carmelo. Escribió obras en que expuso su propia experiencia ascética y
contemplativa, fundada sobre todo en la devoción a la pasión de Cristo. Murió
en Arenas de San Pedro (Ávila) el 18 de octubre de 1562.
Oración
Señor y Dios nuestro, que hiciste
resplandecer a san Pedro de Alcántara por su admirable penitencia y su altísima
contemplación, concédenos, por sus méritos, que, caminando en austeridad de
vida, alcancemos más fácilmente los bienes del cielo. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
San
Juan de Brébeuf y compañeros, mártires de Ámérica del Norte
Entre los
años 1642 y 1649, ocho miembros de la Compañía de Jesús, todos ellos franceses,
que evangelizaban la parte septentrional de América en los confines de Canadá y
Estados Unidos, fueron martirizados de manera atroz por los indígenas hurones e
iroqueses. Estos son sus nombres, el lugar de su nacimiento y la fecha de su
martirio: Juan de Brébeuf, de
Condé, sacerdote, fue
martirizado en territorio de los hurones
de Canadá el 16 de marzo de 1649; Isaac
Jogues, de Orleáns,
sacerdote, fue martirizado por los iroqueses en Ossernenon, después de haberlo reducido a esclavitud y
haberlo mutilado, el 18 de octubre 1647; Gabriel
Lalemant, de París,
sacerdote, fue martirizado en territorio de los hurones de
Canadá el 17 de marzo de 1649; Antonio Daniel,
de Dieppe, sacerdote, fue martirizado por los hurones de
Canadá, asaeteado y quemado vivo,
el 4 de julio de 1648; Carlos Garnier, de
París, sacerdote,
fue martirizado en la región canadiense de Ontario, mientras bautizaba, el 7 de diciembre de 1649; Renato Goupil,
de Anjou, coadjutor, médico, fue martirizado en
Ossernenon, Canadá, el 29 de
septiembre de 1642; Juan de La Lande, de Dieppe, coadjutor,
fue decapitado en Ossernenon, Canadá,
por los iroqueses el 19 de octubre de 1647; Natalio
Chavanel, de Mende,
sacerdote, fue martirizado por los hurones en la región canadiense
de Ontario el 8 de
diciembre de 1649. La memoria litúrgica de todos ellos se celebra el 19 de
octubre
ORACIÓN
Oh Dios, tú quisiste que los
comienzos de tu Iglesia en América del Norte fueran santificados con la
predicación y la sangre de san Juan y san Isaac y sus compañeros, mártires, haz
que, por su intercesión, crezca, de día en día y en todas las partes del mundo,
una abundante cosecha de nuevos cristianos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
San
Pablo de la Cruz
► Fundador
de los Pasionistas ◄
Nació en
Ovada (Liguria, Italia) el año 1694. De joven fue soldado y ayudó a su padre en
su profesión de mercader. Movido por el deseo de perfección, renunció a todo y
comenzó a servir a pobres y enfermos, a la vez que se mortificaba con duras
penitencias. En 1720 el obispo de Alessandria lo revistió de la túnica negra de
los ermitaños, y se retiró a Castellazzo. Ordenado de sacerdote en Roma el año
1727, trabajó con intensidad creciente por la salvación de las almas, fundando
casas de su congregación, en la que se conciliaba la vida eremítica con la
predicación apostólica. Fue misionero popular, director de almas, propagador de
la devoción a la Pasión del Señor. En una sociedad escéptica como la suya,
volvió a poner en primer plano el misterio de la Cruz. En 1771 se abrió la
primera casa de las religiosas pasionistas. Murió en Roma el 18 de octubre de
1775.
ORACIÓN
Concédenos, Señor, que san Pablo de
la Cruz, cuyo único amor fue Cristo crucificado, nos alcance tu gracia, para
que, estimulados por su ejemplo, nos abracemos con fortaleza a la cruz de cada
día. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San
Cornelio el Centurión, Obispo
San Cornelio
el centurión nació probablemente en Cesárea Marítima, en la época de esplendor
del Imperio Romano. Cornelio era
capitán de una centuria del ejército romano en Cesárea Maritima,
aproximadamente 50 kilómetros al norte de la actual Tel Aviv, Israel. Cornelio
era conocido por ser un hombre justo y pío, que gustaba de ayudar a los demás. De acuerdo con los Hechos de los Apóstoles, San
Cornelio tuvo una visión en la que un ángel lo conminó a buscar al apóstol San
Pedro, quien para entonces estaba predicando en Jaffa. El Centurión lo mandó
llamar, y San Pedro se presentó con él. A raíz de la
conversación que sostuvieron, San Pedro le dijo: “Dios no tiene acepción de
personas, sino que se complace en toda nación que le teme y practica la
justicia. (…) ¿Puede acaso negarse el agua del bautismo a éstos, que recibieron
el Espíritu Santo como nosotros?” A
continuación, San Pedro bautizó a todos los gentiles presentes, comenzando con
San Cornelio el Centurión. Según la tradición, San Cornelio fue nombrado obispo
o bien de Cesárea, o bien de Scepsis, cerca de la actual Bayramiç, Turquía. La conversión de San Cornelio tuvo enorme
trascendencia, pues hasta entonces la fe de Jesús no se había extendido a
personas que no fueran del pueblo judío. En lo que
fue el primer concilio de la cristiandad, el Concilio de Jerusalén, hacia el
año 50, San Pedro explicó su postura, abogando junto con San Pablo y Santiago
por predicar entre los gentiles.
De este
modo, el bautizo de San Cornelio el Centurión dio lugar a que el cristianismo
se separara propiamente del judaísmo y llegara a ser una religión ecuménica.
San Cornelio
el centurión nos ofrece el primer ejemplo de la fuerza de la fe para ganar
almas.
ORACIÓN
Señor y Dios nuestro, que
enriqueciste a san Cornelio con sabiduría celestial, concédenos, con su ayuda,
guardar fielmente la doctrina recibida y expresarla en nuestras obras. Por
Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San
Gaspar de Búfalo
Fue un
religioso y sacerdote italiano, fundador de los Misioneros de la Preciosa
Sangre.
Este santo
nació en Roma en 1786. Era hijo de Antonio y Anunciata del Bufalo, lo
bautizaron con el nombre de los Tres Reyes Magos, pero solo usaba el de Gaspar
Su padre era también de Roma y se ganaba la vida como cocinero en el palacio
del Príncipe Alieri. La pareja tuvo dos hijos: Gaspar y Luis.
Al parecer
durante su niñez contrajo una grave enfermedad de la que salió librado, según
él mismo afirma, por intercesión de san Francisco Javier. Fue admitido a la
tonsura en 1800 y ordenado sacerdote en julio de 1808. El 8 de diciembre de ese
año realizaba su ministerio con el Padre Francisco Albertini con quien fundó la
Archicofradía de la Preciosa Sangre en la Iglesia de San Nicolás in Carcere,
Roma. En 1809 Napoleón puso preso al Sumo Pontífice Pío VII y entonces el Padre
Gaspar y todos los sacerdotes que permanecieron fieles al Papa, fueron
desterrados en el año de 1814 a Piacenza a unas 250 millas de Roma, al ser
derrotado Napoleón, pudo volver libre el Pontífice a Roma y también el Padre
Gaspar volvió a la ciudad eterna, y encontró que por haber estado la ciudad
varios años casi sin sacerdotes había muchísimo trabajo que hacer en
confesiones y predicaciones y en tratar de instruir a la juventud, y se dedicó
a ello con toda su energía y de tiempo completo.
Viendo que
se necesitaban fervorosos misioneros que predicaran de pueblo en pueblo y de
ciudad en ciudad, y apoyado por Los Misioneros de la Preciosa Sangre se hecho a
cuestas tan ardua misión. El Papa lo ayudó y lo animó y así pronto tuvo ya un
buen número de misioneros. El quería que las casas de su nueva comunidad se
fundaran en los barrios más pobres, más abandonados y más pervertidos de cada
ciudad. Entre los cofundadores célebres cabe mencionar a los Padres Bonanni,
Giampedi y Albertini (que luego fueron ordenados obispos) y Merlini (quien
sucedió a Gaspar al frente de la congregación).
Luego se
entregó a una obra misional incansable especialmente entre los masones, los
bandidos y delincuentes. Y empezó por la ciudad de Nápoles que en ese tiempo
era una verdadera guarida de bandidos, donde nadie tenía la vida segura. El
propio Sumo Pontífice le recomendó que empezara por Nápoles, pues esa gente
necesitaba mucho de la conversión .Y las dificultades que se le presentaban
eran extremas. Parecía que Nuestro Señor lo estaba poniendo a prueba, pues
apenas solucionaba una dificultad le aparecían varias más. Sin embargo él, con
una gran confianza en Dios, logró reunir un buen número de sacerdotes y allá se
fue a fundar casas de misiones y obtuvieron grandes conversiones.
A sus
misioneros les recomendaba que trabajaran fuertemente, y que nunca se dieran
por vencidos a pesar de las dificultades y que no dejaran un solo día sin
instruirse más y más en nuestra santa religión.
Las gentes
al verlos tan mortificados y tan instruidos y al oírlos hablar con tanto
entusiasmo acerca de la conversión y de la salvación del alma se entusiasmaban
y cambiaban de modo de vivir y empezaban a ser mejores. El santo, que terminaba
cada misión terriblemente fatigado, les decía a sus amigos: ¿Si es tan bonito
trabajar por Nuestro Señor aquí en medio de tantas fatigas, cuánto más será
estar junto a Él en el cielo donde no hay dolor ni cansancio?.
Murió en
Roma en 1837, y fueron tantos los milagros que se obtuvieron por su
intercesión, que el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1954.
ORACIÓN
Dios omnipotente y misericordioso, que
en el sacerdote san Gaspar del Bufalo, ardiente misionero de la sangre preciosa
de Cristo, nos has dado un vivo testimonio del amor hacia ti y al prójimo, por
su intercesión escucha la voz de la sangre de tu Hijo que sube a ti todos los
días desde la tierra con el grito de la humanidad sufriente. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
JUEVES, 22
San
Juan Pablo II
Karol Józef
Wojtyla nació en Wadowice (Polonia) el año 1920. Durante la ocupación nazi tuvo
que trabajar en una cantera y luego en una fábrica química. Estudió en las
universidades de Cracovia, Roma y Lublin. Se ordenó de sacerdote en 1946 y en
1964 fue nombrado Arzobispo de Cracovia. Participó en el Concilio Vaticano II.
Elegido papa el 16 de octubre de 1978, tomó el nombre de Juan Pablo II. Ejerció
su ministerio petrino con incansable espíritu misionero. Realizó muchos viajes
apostólicos. Celebró innumerables encuentros con el pueblo de Dios y con los
responsables de las naciones. Su amor a los jóvenes le impulsó a iniciar en
1985 las Jornadas Mundiales de la Juventud. Su atención hacia la familia se
puso de manifiesto con los encuentros mundiales de las familias, inaugurados
por él en 1994. Promovió el diálogo con los judíos y con los representantes de
las demás religiones. Para mostrar al pueblo ejemplos de santidad de hoy,
declaró 1338 beatos y 482 santos. Publicó incontables documentos, reformó el
Código de Derecho Canónico. Falleció el 2 de abril de 2005 y fue canonizado el
27-IV-2014. Su memoria se celebra el 22 de octubre.
ORACIÓN
Oh Dios, rico en misericordia, que
has querido que el beato Juan Pablo II, papa, guiara toda tu Iglesia, te
pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente
nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre.
Él que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
San Juan de
Capistrano
Nació en Capestrano (Abruzzo, Italia) el año 1386. Estudió
Derecho en Perusa y durante algún tiempo ejerció el oficio de juez, hasta que
en una revuelta popular lo encarcelaron. Al verse libre como por milagro,
experimentó una profunda crisis religiosa, que le llevó a entrar en la Orden
franciscana en 1416. Ordenado de sacerdote, ejerció incansablemente el
apostolado de la predicación por gran parte de Europa, trabajando en la reforma
de costumbres, la formación del clero y la lucha contra las herejías. Fue amigo
íntimo de san Bernardino de Siena y colaboró con él en la reforma de la Orden y
en la difusión de la devoción al nombre de Jesús. Fue Vicario general de los
Observantes cismontanos y ocupó otros cargos. Alentó a los cristianos a
participar en la cruzada y trató de lograr la unión de los príncipes cristianos
europeos frente a la invasión de los turcos mahometanos hacia Belgrado.
Escribió obras ascéticas y jurídicas. Murió en Illok el 23 de octubre de 1456.
ORACIÓN
Oh Dios, que suscitaste a san Juan de Capistrano
para confortar a tu pueblo en las adversidades, te rogamos humildemente que
reafirmes nuestra confianza en tu protección y conserves en paz a tu Iglesia.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
San
Antonio María Claret
Nació en
Sallent, diócesis de Vich (España), el año 1807. Ordenado sacerdote, recorrió
durante años Cataluña y también las Islas Canarias, dedicado a las misiones
rurales y a la predicación al clero, así como al apostolado de la prensa. Fundó
la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María
(Claretianos). En 1850 fue nombrado arzobispo de Santiago de Cuba, cargo en el
que se entregó de lleno al ministerio episcopal, visitando su diócesis,
condenando la esclavitud y atendiendo a sus fieles; tuvo muchos enemigos.
Regresó a España en 1857 como confesor de Isabel II, y así pudo influir en la
designación de buenos obispos, en la organización de los estudios eclesiásticos
en El Escorial y en la renovación de la vida religiosa. Sus trabajos por el
bien de la Iglesia le proporcionaron aún muchos sufrimientos. En 1868 acompañó
a la reina en su destierro a Francia. Murió en el monasterio cisterciense de
Fontfroide (Languedoc), donde se había refugiado, el 24 de octubre de 1870.
ORACIÓN
Oh Dios, que concediste a tu obispo
san Antonio María Claret una caridad y un valor admirables para anunciar el
Evangelio a los pueblos, concédenos, por su intercesión, que, buscando siempre
tu voluntad en todas las cosas, trabajemos generosamente por ganar nuevos
hermanos para Cristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
DOMINGO,
25
Bernardo
Calbó, obispo
En Vic, localidad
de Cataluña quien, siendo juez, renunció a su cargo para profesar como monje
cisterciense. Fue abad del monasterio de Santes Creus y, más tarde, resultó
elegido para la sede de Vic, promoviendo siempre la verdadera doctrina.
No es
posible saber con exactitud en qué año nació, se señala en algunas biografías
1180 como probable, aunque Villanueva se inclina por mayor edad ya que «en 1209
era ya hombre provecto y capaz de ser asesor del arzobispo de Tarragona en el
proceso...». En el 1215,
que ingresa como monje del monasterio de las Santas Cruces.
En algún
momento entre 1215 y 1233 llegó a ser abad del monasterio, pero en este último
año fue elegido obispo para la sede de Viq, luego del largo episcopado de D.
Guillermo de Tavartet. Por el mismo año parece que recibió del papa Gregorio IX
mandato como inquisidor para la acción contra los albigeneses en toda la
provincia de Tarragona, actuando junto con dos frailes dominicos. Estuvo
presente en los hechos de la reconquista de Valencia, y en 1236 ofreció asistir
personalmente con algunos soldados; y el mismo papa Gregorio IX le encargó que,
junto con Pedro de Albalat, obispo de Lérida, y san Raimundo de Peñafort,
eligiera y consagrara el primer obispo de Mallorca.
Luego de
esta elección y consagración parece que se volcó en la guerra de Valencia, y
debió haber actuado con valor, porque en recompensa el rey D. Jaime le donó en
1238 dos alquerías y el castillo de Sagart. También asistió a la purificación
de la catedral de Valencia, antes de partir hacia el concilio de Tarragona, en
1239. Estuvo presente tanto en este concilio provincial como en el de 1243,
aunque no estuvo -se ignora el motivo- en los dos que se celebraron en el
intermedio de esos años. Constan de su episcopado visitas a monasterios,
ordenanzas para la organización del clero, y en general lo que comprende el
término de buen celo pastoral.
En 1243 hizo
legado de sus bienes personales (no pudo testar por ser monje), y murió el 25 o
26 de octubre del mismo año. Recibió veneración inmediata, y consta que ya al
año siguiente de su muerte se encendían lámparas votivas en su sepulcro y se le
daba -aun informalmente- el título de beato.
ORACIÓN
Dios todopoderoso y eterno, que elegiste al obispo
san Bernardo Calvó, como pastor de tu Iglesia, concédenos que arraigue en
nuestros corazones lo que él nos enseñó inspirado por ti, y que interceda ante
tu misericordia aquel que nos diste como
protector en la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Confeccionado por Franja y Állen-Perkins
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